...... y una vez terminada su obra maestra, el Gran Escultor contempló cada uno de los elementos que ocupaban impasibles la gran plaza mientras esperaban instrucciones de su creador. Entonces decidió darles un último regalo. Les otorgaría una nueva capacidad que les haría totalmente humanos y les permitiría ir evolucionando y adaptándose: la capacidad de sentir y expresar emociones. Mientras realizaba el reparto fue desgranando cada una de ellas y comunicándoles la finalidad para la cual había sido creadas.
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"Las emociones serán el motor de vuestras acciones. Solo si sabeis utilizarlas, si son aceptadas en su justo valor y sois capaces de guardar un equilibrio entre ellas conseguireis captar con mayor intensidad el verdadero sentido de la vida. Os dejo el MIEDO para protegeros, la SORPRESA para que seais capaces de asombraros ante el mundo y ayudaros a orientaros frente a nuevas situaciones, la ALEGRÍA para haceros sentir bien y para que sigais buscando aquello que os hace disfrutar y ser felices, el AMOR para que podais expresar los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual, la AVERSIÓN para reflejar el rechazo hacia aquello que os desagrade, la IRA para proyectar la rabia pero que si la utilizais en exceso os llevará hacia vuestra propia destrucción, la VERGUENZA mediante la cual sentireis vuestra culpa y por último la TRISTEZA, la más dolorosa pero que si sabeis canalizarla os llevará a buscar una nueva reintegración personal".
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"Las emociones serán el motor de vuestras acciones. Solo si sabeis utilizarlas, si son aceptadas en su justo valor y sois capaces de guardar un equilibrio entre ellas conseguireis captar con mayor intensidad el verdadero sentido de la vida. Os dejo el MIEDO para protegeros, la SORPRESA para que seais capaces de asombraros ante el mundo y ayudaros a orientaros frente a nuevas situaciones, la ALEGRÍA para haceros sentir bien y para que sigais buscando aquello que os hace disfrutar y ser felices, el AMOR para que podais expresar los sentimientos de ternura y la satisfacción sexual, la AVERSIÓN para reflejar el rechazo hacia aquello que os desagrade, la IRA para proyectar la rabia pero que si la utilizais en exceso os llevará hacia vuestra propia destrucción, la VERGUENZA mediante la cual sentireis vuestra culpa y por último la TRISTEZA, la más dolorosa pero que si sabeis canalizarla os llevará a buscar una nueva reintegración personal".
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Terminado el reparto y siendo consciente del peligro que entrañaba ese último regalo, ya que eso les condenaría irremediablemente a ser libres pues les obligaría a tener que decidir, les puso una última condición. Cada uno de los presentes debería sentir las emociones de una forma diferente y absolutamente personal. Para ello sería necesario establecer un guardián de las mismas, una entidad que se encargase de filtrar e interpretar las distintas realidades y, en consecuencia, generar la emoción y la acción apropiada a cada momento. Tan delicada tarea le fue asignada al pensamiento que se convertiría así en el verdadero artífice de las emociones.
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Finalizada por fin su obra, el Gran Escultor se retiró. Inmediatamente los allí presentes observaron en sus rostros expresiones desconocidas hasta el momento y que estaban siendo generadas por la nueva condición humana. Los seres humanos estaban empezando a sentir sus primeras emociones, estaban empezando a vivir.
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